Ava dudo si entrar o no, finalmente se dijo que no había nada que perder y subió. Creo que ni en sus mas locos sueños imagino a aquel hombre de traje negro, con corbata también negra, ojos de un turquesa profundo, piel blanca. El hombre perfecto.
No sabía que decir, por lo general sus clientes eran hombres poco atractivos, solitarios y eso hacía mas fácil su tarea. Este hombre no, cohibía su personalidad, bueno la personalidad del personaje que interpretaba. Una mujer segura. Una mujer sin miedos, ni problemas.
Para empeorar la creciente falta de confianza en mi misma el motel que el eligio fue el mismo que el hombre anterior, asi que el portero me guiño un ojo al verme pasar frente a el por segunda vez, gesto que por supuesto mi acompañante alcanzo a ver.
Nunca desee mas que la tierra se partiese y me tráguese entera.
El reloj dictaba las 5:30 a.m y yo intentaba salir a hurtadillas de aquella habitación, no sin antes grabarme a fuego en la memoria la cara de Santiago, asi se llama "el".
Vi por ultima vez aquel papel doblado y me dispuse a correr para llegar a tiempo con franchesca. Tenía que correr y encontrar una excusa, todo al mismo tiempo, una tarea un tanto imposible, para llevarle menos dinero que lo acostumbrado.
Faltaba la paga de un servicio, que nunca contare como tal, por que no fue simplemente eso. Fue algo mas.
La cara de Franchesca al verme correr fue de horror, y eso me dio el escape perfecto. La mentira ideal.
3 comentarios:
Wow, me ha gustado mucho este texto.
¡Un beso!
Me a gustado mucho este texto! relata la realidad que se vive en las calles...
Salu2
... es divertido interpretar un per
sonaje cuando ya no tienes miedo de
dejar de hacerlo. Puedes ser libre,
y esa careta se transforma en un ad
renalinico juego ...
Publicar un comentario