
Cambiemosle el significado a invitame un trago, saquemosle las connotaciones que muchos han puesto en esa frase, y volvamos a invitar sin segundas intenciones.
Querido Tú:
Solía estar ebría de amor por ti, pero ahora estoy muerta. 
y lo peor de todo es que ahora tu recuerdo me atormenta y tu perfume me envenena.